El Sistema de Sueño Sounder consiste en una serie de prácticas mentales y físicas amables y placenteras que aseguran un sueño más profundo y reparador. Es un camino hacia la autocuración del insomnio y de la ansiedad que produce el stress cotidiano.
Una de las características centrales del sistema es el principio de la armonía con la respiración. Lo encontramos en la raíz de todas las técnicas inductoras de sueño.
El principio de la armonía con la respiración es fácil de comprender : significa aceptar nuestra respiración tal como es, de una inspiración a la siguiente. Cuando aceptamos nuestra respiración como es, estamos en un estado de armonía con ella.
Muchos sistemas de autocuración utilizan el control de la respiración, proponiendo aprender ejercicios para varios propósitos. Eso es muy diferente de un estado de armonía con la respiración. El control de la respiración puede llevarnos a un esfuerzo excesivo, al estrés y a la ansiedad. La verdadera armonía con la respiración ya está adentro de nosotros en este momento; no hay ninguna necesidad de controlar nada. Simplemente prestamos atención a cómo respiramos y mientras lo hacemos la aceptamos cómo es, sin intentar cambiarla.
Si prestamos atención a nuestra respiración, notamos que algunas respiraciones son más largas otras y otras son más cortas. Cuando aceptamos la respiración como es, ya sea más larga o más corta, estamos practicando la armonía con la respiración.
Y si prestamos atención a nuestra respiración también puede ser que notemos que algunas respiraciones son más rápidas y otras son más lentas. Cuando aceptamos cada respiración tal cual es, ya sea más rápida o más lenta, estamos practicando la armonía con la respiración.
Puede ser también que prestemos atención a la respiración y notemos que algunas son más profundas, otras más superficiales. Cuando aceptamos cada respiración como es, no importa si profunda o superficial, estamos practicando la armonía con la respiración.
Llegado este punto, hay una cosa que necesitamos saber: a veces al prestar atención a la respiración tendemos a cambiarla, tendemos a hacerla más larga o hacerla más corta, hacerla más rápida o hacerla más lenta, a hacerla más profunda o más superficial, sin que tengamos la intención de modificarla .
Este es el resultado de la interacción entre nuestro cuerpo físico, que respira de acuerdo a nuestras necesidades metabólicas siempre cambiantes, y nuestra mente, que tiene ideas y creencias acerca de cómo deberíamos respirar. Aunque no busquemos intencionalmente controlar nuestra respiración, nuestra mente nos empuja a hacerlo. A esto lo llamo “ocntrol incontrolable”.
En este caso, el secreto de la armonía con la respiración es recordar que el “control incontrolable” aparece en cualquier momento, es una característica natural y normal de nuestra respiración. También nos brinda una oportunidad fascinante de observar la interacción entre nuestra mente pensante y nuestro cuerpo respirante. Por lo tanto aceptamos el “control incontrolable” tal cual es, no intentamos hacer nada acerca de eso, simplemente lo dejamos suceder y lo observamos de una inspiración a la siguiente. Mientras no lo hagamos intencionalmente para intentar controlar o manipular nuestra respiración, vamos a continuar en este estado de armonía.
La respiración es una parte esencial de tu ser: cuando practicas aceptando la respiración natural tal cual es, estás involucrándote en una profunda práctica de autoaceptación.
Cada vez que no podemos aceptarnos a nosotros mismos tal cual somos, cada vez que internalizamos la crítica hacia nosotros mismos, o nos disminuímos o nos desvalorizamos, nuestro sistema nervioso se vuelve más excitado y nuestro cuerpo se contrae produciendo estrés físico y emocional. La aceptación es un bálsamo de curación tanto para la mente como para el cuerpo; tiene un efecto inhibitorio profundo en el sistema nervioso y un efecto relajante en nuestros músculos y en nuestros órganos internos. Este tipo de aceptación de nosotros mismos es una herramienta muy valiosa para la autocuración.
La armonía de la respiración puede ser practicada de manera muy simple y en cualquier momento del día o de la noche: todo lo que necesitas son unos pocos momentos para dejar lo que estás haciendo y prestar atención a tu respiración. Puedes practicar por períodos más largos o más cortos de tiempo, como lo desees. Algunas veces una práctica completa puede durar 10 minutos; otras veces puede durar una sola respiración!
Cuando estamos en armonía con nuestra propia respiración tenemos una sensación de deliciosa tranquilidad. Esto hace que nuestra vida se vuelva más pacífica y nuestro sueño , más reparador y placentero.
Por qué no darle una oportunidad?
Traducción: María Clara Reussi. Octubre 2016